jueves, 14 de junio de 2012

La feria enferma


El alcance que tienen los largos brazos de la crisis y de la incultura no dejan títere con cabeza, se ve que estamos completamente sometidos o a lo uno o a lo otro. La literatura lleva ya demasiado tiempo aguantando duros golpes económicos debido, sobre todo, al abandono general de muchos de sus consumidores, quienes al parecer consideran un lujo o un muermo invertir su tiempo y dinero en una novela.

La feria del libro de este año no ha sido una excepción, el sector librero ha conseguido facturar tan solo 6,5 millones, casi un 20% menos que los resultados del año pasado. Ni siquiera figuras de la talla de Eduardo Mendoza, Claudio Gramis (invitado italiano,premio príncipe de Asturias), José Luis Sampedro, Francisco Ibáñez, Carlos Ruiz Zafón o Elvira Lindo han conseguido impulsar las ventas, a pesar de contar con un buen tiempo y una correcta organización.

La situación no es demasiado nueva y el resultado era predecible, la mayoría de los editores y libreros contaban ya con la bajada y con la racanería de los viandantes. Tampoco ha ayudado mucho al papel la difusión del e-book, artículo imprescindible para cualquiera que quiera fardar, estando a la última moda electrónica.

Personalmente, entiendo este rechazo consumista viendo el oscuro panorama que hay en nuestro país, es lógico ahorrar lo máximo posible y evitar cualquier gasto inútil. Lo que no me convence en absoluto es la falsa excusa de los precios caros, porque para empezar, como casi en todo, los libros pueden ser caros, baratos o prácticamente regalados, y si queremos utilizar este pretexto, apliquémoslo a todo y no salgamos de fiesta, no nos tomemos copas, no entremos a discotecas, ni compremos ropa nueva.

Considero mucho más probable que la auténtica causa, el motivo real que impide a la gente adquirir libros, sea su pereza mental. No puedo evitar ver reforzada mi teoría, en un curioso escenario con el que me encontré en la misma feria del libro. Caminando por el recorrido de las casetas del Retiro, me fui fijando una por una, en las filas de fans que esperaban para ver firmados sus libros por los célebres autores que por allí rondaban ¿Adivináis que famoso y respetable artista tuvo más éxito entre la multitud?¿Quién se impuso a las grandes mentes que allí se encontraban? Pues ni más ni menos que el hombre de negro del Hormiguero, seguido bastante cerca en segundo puesto por Boris Izaguirre, otro lumbreras.

Afortunadamente, también pude apreciar otros factores que me consolaron brevemente, como la generosa afluencia de gente que al menos se interesó por dar un paseo cultural en la feria, la hermosa exposición fotográfica naturalista o la inmensa diversidad de libros expuestos. Aprovecho pues, en este texto para incitar y apoyar la compra de libros, o por lo menos su lectura, porque soy de los que piensan que es saludable mantener una mínima cantidad de novelas, ensayos o artículos leídos por año, ayuda a que el cerebro se expanda y no se atrofie.

Ahora que se acerca el verano, esta puede ser una buena oportunidad para hacerse con un par de historias que nos amenicen los largos días de sol y playa, y ya de paso, aportar algo de ayuda a un sector enfermo que puede empeorar gravemente con el paso del tiempo.

"Estar a solas con un buen libro es ser capaz de comprenderte más a tí mismo".
 Harold Bloom.